leicastreetphoto (8 Posts hasta ahora) | | Estáis preparados para un tocho?.
Lo primero que he de hacer es agradecer la presencia de visitantes en este lugar, de seguidores, y de gente que termine por compartir sus ideas e impresiones, que haga notar a los demás que este terreno es algo especial y algo único que merece un lugar donde se hable de ello y donde los que deseamos que éste campo se extienda encontremos una herramienta para llevarlo a efecto.
No es la pretensión crear un foro inmenso, siempre he pensado que los lugares muy concurridos terminan por desvirtuarse y desvirtuar la idea y el motivo de su creación, pero puedo estar equivocado.
Vivir más intensa y ampliamente la fotografía es mi deseo y mi necesidad, trabajar de forma que podamos y que se nos permita desarrollar y desarrollarnos más, abordar nuevas ideas y retos, nuevas formas de ver el mundo a través de una cámara. Ya se hacen demasiadas fotografías iguales, ya me canso de ver lo mismo día tras día. Llevo en dique seco voluntario un mes, estoy tratando de desintoxicarme de todo lo que me rodea, y de ver cómo puedo emprender otro camino.
La fotografía callejera es muchas cosas, yo siempre digo que la primera de esas cosas es la psicología, la psicología es la base del mundo que nos rodea, es la forma en la que vemos y observamos, en la que aprendemos, de cómo nos comunicamos con el resto de ese todo que no rodea, es parte integrante de nosotros mismos y parte de lo que captamos y enseñamos, es en buena medida el resultado de cada fotografía que enseñamos, y si no podemos impregnar cada una de las fotografías de esa que es nuestra psicología nunca podremos comunicar a los demás lo que hemos sido capaces de capturar.
No es fácil capturar una buena imagen, hacerlo es el resultado de toda una preparación de cada persona, capturar una buena imagen es tan complicado que a veces resulta de la más simple casualidad, salir a la calle a realizar un buen trabajo empieza por prepararnos nosotros mismos, de nuestra actitud y preparación, si no estamos preparados para ello no seremos capaces de lograr nuestra meta.
Pero esto es solo el comienzo, es una de esas muchas partes que forman el conjunto. Abordar con una cierta buena actitud y aptitud el hecho de salir a tomar buenas fotografías es y debe ser algo que no nos resulte difícil, se por experiencia de haber salido con gente diversa que esa gente no esta preparada, les da miedo abordar la tarea, las personas que empiezan necesitan ir poco a poco y precisamente la fotografía callejera reclama mucho de las personas como personas y mucho más como fotógrafos. Parece algo sencillo pero puedo asegurar que no lo es, el miedo a afrontar la mirada de un individuo al que iba a disparársele una fotografía por determinadas circunstancias es motivo suficiente para que algunos fotógrafos no se sientan capaces de apretar el disparador, y esa actitud y falta de aptitud es notada por el personaje que iba a ser inmortalizado, y muchas veces ese miedo se percibe y entonces es cuando la falta de seguridad resulta un motivo para ser objeto de un reproche o una confrontación, parece que se esta haciendo algo malo y se siente culpa. Psicología es lo que más falta hace a la hora de salir a la calle, y aptitud, actitud, conocimientos todos ellos de lo más importantes para obtener éxito en este mundo cada vez más mediatizado y más contraído frente a la fotografía debido sin duda a la mala obra que algunos paparazzi se han encargado de lograr con malas artes, otro buen motivo es el mal uso delas imágenes que se hacen en la red, y otro por supuesto es el derecho a la intimidad.
La psicología del antes y la del después de la toma es altamente importante como se esta viendo, y si no se quiere ser abordado por el retratado hay muchas maneras de obtener permiso tanto explícito como implícito para llevarse a “su persona” en nuestra cámara sin reproche, tan solo con un simple gesto por nuestra parte, una corta y deliciosa frase apropiada al momento, esto es solo psicología, y de esto es algo de lo que mi amplia experiencia me ofrece seguridad plena, tan solo un ínfimo porcentaje de fotografías he tenido que borrar o por la que pedir una disculpa y dejar el tema así, digamos que una de cada 500 tomas no es de ninguna manera deseada por el retratado y hay que borrarla, pero debo también decir que cuando una fotografía me ha interesado tanto como para aguantar una bronca lo he hecho, he aguantado, he dialogado y he obtenido el permiso para llevármela, solo es cuestión de psicología, creerme, sé de lo que hablo. Mi amplia preparación y mi carrera profesional en el Gobierno trabajando de lo que he trabajado me ha hecho entrar en infinidad de sitios y tratar con gentes de toda índole y catadura, he abordado situaciones muy comprometidas que parecía iban a terminar literalmente a tiros, y solo unos minutos de diálogo y una actitud de relajación y la aplicación de esas técnicas que he aprendido me han hecho salir airoso, creerme cuando digo y afirmo que escuchar a la gente es la mejor de las medicinas en un momento de “gran enfermedad”.
Hay técnicas de acercamiento a la gente, para esos momentos cuando lo que se pretende es realizar una labor que implica la necesidad de un permiso, la obtención de una historia que acompañe a las fotografías, el contacto con la otra aparte es a veces más que necesaria y allana siempre el camino, solo se requiere la técnica adecuada, la observación previa y la convicción y seguridad de cual va a ser la mejor manera de abordar la situación que tenemos enfrente. La forma en la que nos dirigimos a la otra parte, la altura a la que hablamos con un mendigo en la calle, la manera de actuar ante una situación de dolor, la velocidad a la que nos movemos para tomar la fotografía en depende que situaciones, el hecho de valorar con certeza que de una forma u otra forma será distinto el resultado en cuanto a tener o no tener un problema, todas estas y otras muchas cosas son parte integrante del resultado de la posibilidad de obtención de esas tomas y de la evitación de problemas.
Otra cosa es ya que sepamos cuando y a donde disparar, y otra cosa aún más complicada es que tengamos la visión, esa visión que nadie puede enseñarnos ni trasmitirnos, y si esa visión os falta nunca seremos capaces de traernos a casa una fotografía de esas que se salen de la escala, salvo que por casualidad la logremos.
Complicado, no lo parece pero lo es, y si no dominamos estas técnicas y conocimientos es mucho más que posible que nunca abordemos con éxito esta tarea, la fotografía callejera. Largos años me ha costado lograr empezar entenderlo y dominarlo, muchos años de profesión en las calles y muchas clases de psicología aplicada a mi trabajo para el Gobierno, algo bueno me llevé de allí.
Saludos.
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